10 mujeres que cambiaron el deporte

(y quiz¨¢ a¨²n no conoc¨ªas)

Textos: Cristina Moreno, Marc Mar¨ªn - Video: Joan Le¨®n, Dol?a Pedret, Joaqu¨ªn Soneira - Edici¨®n: Miki Soria

El mundo del deporte fue durante muchos a?os un coto privado para los hombres. Incluso teniendo en cuenta s¨®lo la ¨¦poca moderna, las mujeres hab¨ªan quedado relegadas a roles secundarios o incluso a la invisibilidad. En los primeros Juegos Ol¨ªmpicos, celebrados en Grecia en 1896, no se permiti¨® la competici¨®n a las mujeres, que tuvieron que esperar a la siguiente cita, en 1900, en Par¨ªs, para tener presencia. Entonces solo 22 de los m¨¢s de 999 inscritos fueron mujeres. Muchas d¨¦cadas despu¨¦s, en Par¨ªs 2024, se cerr¨® ese c¨ªrculo, consiguiendo la paridad en una cita ol¨ªmpica. 

Un hito que arranc¨® con una pionera como Alice Milliat, una francesa aguerrida que plant¨® cara al bar¨®n Pierre de Coubertin y luch¨® por la inclusi¨®n de las mujeres en los Juegos. Su nombre es solo uno de los muchos que han roto barreras para el sexo femenino en el deporte. Mujeres que con valent¨ªa, se enfrentaron a las convenciones sociales de su ¨¦poca, para abrir un camino que hoy es una realidad.

En la actualidad existen todo tipo de competiciones femeninas: Giro, Tour y Vuelta; la Eurocopa o el Mundial de f¨²tbol, los Eurobasket, el circuito WTA en el tenis... Ejemplos en pr¨¢cticamente todos los deportes que son resultado de la lucha de nombres como Lusia Harris, Billie Jean King, Lil¨ª ?lvarez o incluso m¨¢s recientes como Ana Carrasco o Laia Sanz. 

Personajes que consiguieron ser referentes, en algunos casos casi sin buscarlo, solo deseando poder practicar sus deportes. Personajes que merecen su lugar en la historia como representaci¨®n de muchas otras que contribuyeron a visibilizar el deporte femenino. con grandes esperanzas

Charlotte Cooper

El primero oro ol¨ªmpico de una mujer

La historia del deporte femenino ha estado marcada por los esfuerzos de mujeres que marcaron el camino y rompieron barreras, cuando ni los tiempos ni la cultura estaban a favor de sus objetivos. Son muchos los nombres que podr¨ªan ocupar la lista de mujeres pioneras, las que hicieron ¨¦poca en ¨¢mbitos vetados para ellas pero si hay que remontarse para encontrar cu¨¢l fue la primera pionera, probablemente los libros de historia estar¨ªan de acuerdo en que esa es Charlotte Cooper.

Charlotte Reinagle Cooper, hija de una un molinero de Caversham y una estadounidense, naci¨® en 1870 en Ealing, Middlesex, siendo la menor de seis hermanos. En una ¨¦poca poco propicia para el deporte femenino, Charlotte se interes¨® pronto por el tenis y bajo el abrigo de sus padres se form¨® en el club de este deporte de su localidad natal. Su talento no pas¨® desapercibido para sus entrenadores y pronto Harold Mahony, quien fuera m¨¢s tarde campe¨®n de Wimbledon y ol¨ªmpico, se hizo cargo de su entrenamiento. Con solo 14 a?os gan¨® el campeonato de su club y con 23 sum¨® su primer t¨ªtulo absoluto y alcanz¨® las semifinales en su debut en Wimbledon.

Con un look alejado del actual, con camisas abrochadas hasta el cuello, faldas largas y ausencia de colores, el estilo directo y ¨¢gil de Charlotte pronto la hizo destacar.

Charlotte Cooper, tenista y primera mujer ganadora de un oro

Charlotte Cooper, tenista y primera mujer ganadora de un oro / Redes Sociales

Charlotte Cooper, tenista y primera mujer ganadora de un oro / Redes Sociales

Apenas dos a?os despu¨¦s de sus primeras semifinales, conseguir¨ªa alzarse con la corona individual en el All England Club. Despu¨¦s llegar¨ªan cuatro victorias m¨¢s sobre el c¨¦sped londinense, el ¨²ltimo convirti¨¦ndose en la persona m¨¢s veterana en ganar el torneo con 32 a?os y 282 d¨ªas. Un registro que sigue vigente a d¨ªa de hoy. En 1912 lleg¨® a jugar una nueva final de Wimbledon, con 40 a?os, y aunque perdi¨®, sigui¨® demostrando estar a un alto nivel. Su carrera como tenista continu¨® hasta los 50 a?os, una cifra inusual, tanto para la ¨¦poca como para la actualidad.

Hito ol¨ªmpico

Sus logros ten¨ªsticos colocaron a Cooper en el panorama deportivo internacional pero su nombre entr¨® en la historia por un m¨¦rito m¨¢s importante a¨²n, el de ser la primera mujer en conquistar una medalla de oro en unos Juegos Ol¨ªmpicos. La brit¨¢nica fue una de las pocas mujeres que formaron parte de la cita de Par¨ªs 1900, la primera en que las mujeres pudieron participar. Fueron 22 las valientes, de un total de 997 participantes, que compitieron en cinco modalidades: tenis, vela, crocket, h¨ªpica y golf.

Charlotte se impuso en la final a la francesa H¨¦l¨¨ne Pr¨¦vost por 6-1, 7-5. Pese a su, su medalla se le entreg¨® hasta San Luis 1904 (Estados Unidos). Para rematar su ¨¦xito, se llev¨® tambi¨¦n la presea dorada en el cuadro de dobles junto a Reginald Doherty.

Su historia, en un minuto

Su historia, en un minuto

Katherine Switzer

Un marat¨®n, brillo labial y muchas barreras que romper

"No ten¨ªa idea de que iba a convertirme en parte de esa historia. No estaba corriendo Boston para demostrar nada; solo era una ni?a que quer¨ªa correr su primer marat¨®n". La participaci¨®n de las mujeres en maratones por todo el mundo es a d¨ªa de hoy una imagen habitual pero no siempre fue as¨ª. Lo explica bien en sus memorias Katherine Switzer, una atleta estadounidense de origen alem¨¢n que en 1967 dinamit¨® todas las reglas establecidas y particip¨® en una Marat¨®n de Boston que hasta ese momento estaba reservada solo para los hombres.

Conseguir participar no fue la parte m¨¢s dif¨ªcil del proceso. "Consultamos el reglamento y el formulario de inscripci¨®n; no hab¨ªa nada sobre el g¨¦nero en el marat¨®n. Rellen¨¦ mi n¨²mero de AAU, pagu¨¦ 3 d¨®lares en efectivo como cuota de inscripci¨®n, firm¨¦ como siempre firmo mi nombre, "KV Switzer", y fui a la enfermer¨ªa de la universidad para obtener un certificado de aptitud f¨ªsica. (A diferencia de hoy, en aquel entonces el marat¨®n no exig¨ªa tiempos de clasificaci¨®n). Arnie consigui¨® los permisos de viaje y envi¨® por correo nuestras inscripciones", relata Switzer en un cap¨ªtulo de su biograf¨ªa, Marathon Woman.

Brillo labial y un codirector obcecado

A la expedici¨®n se uni¨® su pareja de entonces, un ex jugador de f¨²tbol americano y lanzador de martillo, Big Tom Miller, porque "si una chica puede correr un marat¨®n, yo puedo correr un marat¨®n"; y John Leonard, del equipo de cross country de la universidad, un "equipo formidable listo para correr el marat¨®n". La expedici¨®n al completo tom¨® la salida, Switzer utilizando brillo de labios, algo que Tom le recomend¨® que no hiciera, para que no se viera que era una mujer. ¡°No me quitar¨¦ el l¨¢piz labial¡±, replic¨®, sin saber que esa no iba a ser su ¨²nica negativa en el d¨ªa.

Despu¨¦s de 4 horas y 20 minutos, Katherine finalizaba el recorrido 42 kil¨®metros y 195 metros. Un tiempo lejos de las marcas que se firman hoy en d¨ªa pero que cont¨® adem¨¢s con un invitado sorpresa que lastr¨® la carrera de Switzer. La afrenta de la atleta no pas¨® desapercibida y un miembro de la organizaci¨®n no dud¨® en colarse entre los corredores para intentar expulsar a la mujer que hab¨ªa osado participar.

¡°Sal de mi carrera y devu¨¦lveme el dorsal¡±

La secuencia qued¨® recogida por los reporteros gr¨¢ficos y muestra como el codirector intenta sacar a la estadounidense de la prueba. ¡°Sal de mi carrera y devu¨¦lveme el dorsal¡±, dij¨®, seg¨²n recogen las cr¨®nicas de la ¨¦poca. Con ayuda de su entrenador y de otros corredores consigui¨® sortear el obst¨¢culo y cruzar finalmente la l¨ªnea de meta con ese hist¨®rico dorsal 261.

Secuencia del momento en que un organizador intenta expulsar a Switzer

Secuencia del momento en que un organizador intenta expulsar a Switzer / Boston Herald

Secuencia del momento en que un organizador intenta expulsar a Switzer / Boston Herald

¡°Voy a terminar la carrera arrastr¨¢ndome o a gatas si es necesario; porque si no la acabo, nadie creer¨¢ que las mujeres pueden hacerlo¡±, pens¨® Switzer en ese momento, seg¨²n relat¨® ella misma en entrevistas posteriores. Se convert¨ªa en la primera mujer en contar de forma oficial en el registro de la marat¨®n, por tanto, la primera en completarla, aunque esta afirmaci¨®n ten¨ªa algo de trampa. Un a?o antes, Roberta Bobbi Gibb hab¨ªa completado el marat¨®n aunque sin estar inscrita. Su nombre no pas¨® a la historia, aunque s¨ª demostr¨® que las mujeres pod¨ªan recorrer todos esos kil¨®metros sin problemas.

Toda una vida dedicada al atletismo

Cincuenta a?os m¨¢s tarde de su primera participaci¨®n, con 70 a?os, volvi¨® a lucir ese dorsal 261, convertido ya en un emblema, en el Marat¨®n de Boston. Entonces ya como corredora de pleno derecho, con su nombre y apellidos, algo que ella misma conquist¨® para ella, y para todas las mujeres. En 1974 gan¨® el Marat¨®n de Nueva York.

La pasi¨®n por el atletismo lleg¨® cuando solo era una ni?a y con 12 a?os empez¨® a correr. Despu¨¦s valor¨® unirse a las animadoras en la escuela pero hizo bueno un valioso consejo de su padre: ¡°T¨² no tienes que animar a los dem¨¢s. Los dem¨¢s tienen que animarte a ti¡±. Y sigui¨® corriendo, tambi¨¦n en la universidad, aunque sin poder estar federada, por ser mujer.

Tras su participaci¨®n en 1967 puso su empe?o en conseguir que las mujeres pudieran participar sin restricciones e hizo campa?a para que pudieran hacerlo de forma oficial en 1972. Adem¨¢s fue una de las creadoras de la primera carrera en ruta femenina y ha dedicado el resto de su trayectoria a defender el papel de la mujer. Comentarista, oradora y feminista, sigue corriendo maratones.

Switzer, mostrando el ic¨®nico dorsal 261

Switzer, mostrando el ic¨®nico dorsal 261 / Katherine Switzer

Switzer, mostrando el ic¨®nico dorsal 261 / Katherine Switzer

En 2007, sus memorias, tituladas Marathon Woman, se publicaron por primera vez en la revista Runner's World, recogiendo no solo esa participaci¨®n en 1967, sino tambi¨¦n su trayectoria previa y posterior a ese hito que la hizo pasar a la historia.

En 2011 ingres¨® al Sal¨®n Nacional de la Fama de las Mujeres por crear un cambio social global positivo. Fue nombrada tambi¨¦n como uno de los Visionarios del Siglo (2000) y H¨¦roe del Running (2012), y Corredor de la D¨¦cada (1966-76) por la revista 'Runners World'.

Su historia, en un minuto

Su historia, en un minuto

Jutta Kleinschmidt

La rocambolesca victoria de la ¨²nica campeona de coches en el Dakar

El Rally Dakar es conocido como el m¨¢s peligroso del mundo. Tres semanas de competici¨®n extrema por dunas, desiertos y piedra que ponen a prueba la resistencia y tenacidad de los participantes y que ha recorrido ya varios continentes en su casi cuatro d¨¦cadas de historia. Una historia en la que las mujeres han ido ganando terreno poco a poco, integr¨¢ndose en el vivac en roles de mec¨¢nicos, ingenieras y tambi¨¦n como pilotos capaces de pelear por las victorias.

En clave espa?ola, Laia Sanz ha sido una de las pioneras, desde que a sus 16 a?os dijo en una reuni¨®n de leyendas del Rally Dakar que quer¨ªa participar. Entonces le dijeron que no era para ella pero hizo caso omiso de esa afirmaci¨®n y este 2025 afront¨® su decimoquinta participaci¨®n en el rally, la cuarta en coches. Un accidente y unos mil¨ªmetros en su arco de seguridad la apartaron de su registro hist¨®rico, el de haber finalizado en todas sus participaciones. Un contratiempo que no evit¨® que quiera volver el pr¨®ximo a?o.

A sus espaldas, quedan sus once t¨ªtulos en categor¨ªa femenina de motos, y la novena posici¨®n de la general de 2015, el mejor puesto de una mujer en la historia del Rally Dakar. La de Laia Sanz no es la ¨²nica mujer que ha abierto en camino en el Dakar, antes, una alemana tenaz consigui¨® un hito que hasta ahora ninguna de las participantes ha conseguido replicar: ganar el Rally Dakar en coches.

El 21 de enero de 2001, Jutta Kleinschmidt cruzaba la l¨ªnea de meta como campeona, con el Lago Rosa de Senegal como escenario de fondo y con cierto suspense, ya que no se confirm¨® hasta varios meses despu¨¦s por una reclamaci¨®n que tard¨® en resolverse.

Reclamaciones y... ?juego sucio?

Aquella edici¨®n el campeonato a¨²n se disputaba por tierras africanas y el t¨ªtulo se hab¨ªa convertido en una batalla entre tres participantes: el japon¨¦s Hiroshi Masuoka y los buggys del franc¨¦s Jean Marie Schlesser y del espa?ol Jos¨¦ Mar¨ªa Servi¨¢. El t¨ªtulo parec¨ªa reducirse a esos tres participantes que mantuvieron un intenso mano a mano durante las 20 jornadas del raid y que lleg¨® a su punto ¨¢lgido en la antepen¨²ltima etapa.

Una jornada que tuvo de todo. Schlesser y Servi¨¢ se adelantaban a su posici¨®n de salida y part¨ªan antes que Masuoka, l¨ªder de la general en aquel momento. El nip¨®n, m¨¢s que enfadado por la estratagema, sal¨ªa como una bola y cazaba al catal¨¢n para enzarzarse en una batalla que acabar¨ªa con desperfectos en la suspensi¨®n del Mitsubishi del japon¨¦s y mucho tiempo perdido mientras esperaban a las asistencias.

Jutta, durante el Dakar

Jutta, durante el Dakar / AP

Jutta, durante el Dakar / AP

El franc¨¦s entre tanto, hac¨ªa su carrera y ve¨ªa el primero la bandera a cuadros. La victoria estaba en su mano pero la reclamaci¨®n del equipo de Masuoka no tard¨® en llegar y fue aceptada por la organizaci¨®n. Una hora de penalizaci¨®n para los dos pilotos del buggy Schelesser y adios a la corona.

En medio de todo este l¨ªo, con agresi¨®n incluida al copiloto de Servi¨¤ en el parking por parte de un miembro del equipo del japon¨¦s, Jutta, que hab¨ªa firmado un Dakar marcado por la regularidad, se convert¨ªa en la gran beneficiada. Tomaba la primera posici¨®n de la general y la manten¨ªa hasta el final.

Por si faltaba alg¨²n ingrediente a esta historia, se daba la circunstancia de que Schlesser hab¨ªa sido pareja sentimental de Schlesser. Este realiz¨® una reclamaci¨®n a la sanci¨®n y hubo que esperar unos meses para que Jutta pudiera celebrar su t¨ªtulo de pleno derecho.

Hasta ahora, ninguna otra mujer ha repetido corona en la categor¨ªa absoluta de coches aunque en 2024, la espa?ola Cristina Guti¨¦rrez se uni¨® a la lista de mujeres pioneras en el Dakar, conquistando la victoria en categor¨ªa Challenger. Jutta, que ha ejercido de coach de la burgalesa, la esperaba en meta para celebrar el ¨¦xito.

Jutta, junto a Cristina Guti¨¦rrez en 2021

Jutta, junto a Cristina Guti¨¦rrez en 2021 / Dakar

Jutta, junto a Cristina Guti¨¦rrez en 2021 / Dakar

Pasi¨®n desde ni?a

La madre de Jutta se dedic¨® a los deportes de invierno y su hija hered¨® probablemente ese esp¨ªritu deportivo. El inter¨¦s de Jutta por el motor lleg¨® desde que era una ni?a aunque no pudo comprarse su propia moto hasta que cumpli¨® los 18 a?os. Despu¨¦s de estudiar ignenier¨ªa empez¨® a trabajar en el departamento de investigaci¨®n y desarrollo de BMW. Un trabajo que deja en 1992 para dedicarse de lleno a la competici¨®n, participando en diferentes pruebas alrededor del mundo, en rallies pero tambi¨¦n en resistencia.

Tras cuatro a?os en el Dakar en moto, en el 95 se pasa a los coches y en 1996 compite con un buggie del equipo del que era por entonces su pareja, Schlesser. Un par de a?os despu¨¦s, la obligar¨ªa a reducir la velocidad por ir m¨¢s r¨¢pido que ¨¦l y la pareja acabar¨ªa separ¨¢ndose. Para el curso siguiente, firmaba con Mitsubishi y sellaba su primer podio, un preludio de lo que llegar¨ªa en 2001, con la victoria absoluta. Despu¨¦s del revuelo, a Schlesser la victoria de su expareja no le sent¨® bien y declar¨® entonces que no deb¨ªa celebrar, ni sentirse ganadora.

Una vez m¨¢s, Jutta hizo caso omiso, sigui¨® adelante y particip¨® m¨¢s veces en el Dakar. En 2021 emprendi¨® una nueva aventura en categor¨ªa Extreme E primero en el equipo de Mathias Ekstrom y despu¨¦s junto a Nasser Al -Attiyah y en sus ratos libres ofrece charlas motivacionales y sigue viviendo aventuras, ya sea sobre una bici, en helic¨®ptero o en cualquier otro veh¨ªculo.

Tras 17 participaciones y seis Top-5 aparc¨® el Dakar para dedicarse a otras tareas. Desde 2019 es presidenta de la comisi¨®n cross country de la FIA y responsable de impulsar el deporte femenino en el automovilismo.

Su historia, en un minuto

Su historia, en un minuto

Lily Parr

La primera gran referente del f¨²tbol femenino

En un momento en el que el f¨²tbol femenino sigue creciendo a pasos agigantados, vale la pena echar la vista atr¨¢s y conocer la historia de la primera gran referente de este deporte, una Lilian 'Lily' Parr que fue la gran estrella del Dick, Kerr's Ladies, el hist¨®rico equipo que sobrevivi¨® a la prohibici¨®n del f¨²tbol femenino por parte de la FA tras la Primera Guerra Mundial. Parr se convirti¨® en 2002 en la primera mujer en entrar al Sal¨®n de la Fama del Museo Nacional del F¨²tbol de Manchester y en 2019 se construy¨® su estatua. Este hito va m¨¢s all¨¢ de sus cualidades futbol¨ªsticas, pues es su incesable lucha por la igualdad de g¨¦nero en el f¨²tbol lo que le llev¨® a convertirse en pionera del deporte femenino.

Lily Parr naci¨® en Saint Helens (Merseyside), Inglaterra, en 1905. Sus inicios en el mundo del deporte, gracias a sus tres hermanos que practicaban f¨²tbol y rugby, coincidieron con una ¨¦poca en la que las oportunidades para las mujeres en lo referente al deporte crecieron a ra¨ªz de la Primera Guerra Mundial. Ya a los 15 a?os se uni¨® al equipo Dick, Kerr¡¯s Ladies, considerado uno de los clubs m¨¢s influyentes de la historia del f¨²tbol femenino. Parr, que destacaba por su potencia en el disparo, lleg¨® a anotar m¨¢s de 980 goles en los 32 a?os en los que jug¨® al f¨²tbol.

El espacio dedicado a Lily Parr en el museo del f¨²tbol de Manchester

El espacio dedicado a Lily Parr en el museo del f¨²tbol de Manchester / RRSS

El espacio dedicado a Lily Parr en el museo del f¨²tbol de Manchester / RRSS

Los or¨ªgenes

El Dick, Kerr's Ladies tiene sus or¨ªgenes en una f¨¢brica de munici¨®n del norte de Inglaterra. Los partidos de un grupo de trabajadoras comenzaron a tener ¨¦xito e incluso llegaron a ser prohibidos durante 50 a?os por la Federaci¨®n Inglesa de F¨²tbol, la FA. El estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914 supuso una gran revoluci¨®n en Inglaterra, con los hombres acudiendo al frente mientras las mujeres se encargaban del trabajo en las f¨¢bricas para sustituirles. Adem¨¢s, muchas de esas f¨¢bricas se vieron obligadas a modificar su actividad y producir munici¨®n para la guerra. Ah¨ª entra en juego Dick, Kerr & Co. Ltd., en sus inicios fabricante de locomotoras y tranv¨ªas.

En ese contexto, los trabajos eran considerados muy duros y, con el objetivo de que las trabajadoras desconectaran y disfrutaran de su tiempo a libre a la vez que se ejercitaban, se crearon varias actividades deportivas. En el caso de esta f¨¢brica, se organizaron partidos de f¨²tbol. Y tras varios encuentros, las trabajadoras de Dick, Kerr & Co demostraron poder ganar a los hombres, incluso con facilidad.

Una imagen del equipo del Dick, Kerr's Ladies

Una imagen del equipo del Dick, Kerr's Ladies / Dickkerrladies.com

Una imagen del equipo del Dick, Kerr's Ladies / Dickkerrladies.com

En uno de los partidos ben¨¦ficos en 1917 -para recaudar fondos de cara a los heridos en el frente- se llegaron a reunir m¨¢s de 10.000 espectadores en el estadio de Deepdale, feudo del hist¨®rico equipo brit¨¢nico Preston North End. Se enfrentaron jugadoras del Dick, Kerr & Co contra trabajadoras de Arundel Coulthard Factory, otra f¨¢brica.

As¨ª fue como naci¨® el Dick, Kerr¡¯s Ladies FC en 1917, formado por las trabajadoras de la empresa, que acumularon ¨¦xitos en todos los encuentros disputados provocando tambi¨¦n la creaci¨®n de otros equipos femeninos en otras f¨¢bricas. El club de Preston lleg¨® a reunir hasta 53.000 espectadores en 1920 en el estadio Goodison Park de Liverpool ante el Saint Helens, y, a partir de ah¨ª, comenzaron a disputarse los primeros partidos internacionales con la primera gira por Francia.

La gran estrella

En aquel equipo destacaban varias jugadoras, entre ellas Lily Parr, la gran estrella, que lleg¨® con 15 a?os y marc¨® m¨¢s de 100 goles en su primera ¡®temporada¡¯. La futbolista de Saint Helens, de 1,77 y defensa en sus inicios, lleg¨® a jugar durante 32 a?os y anot¨® m¨¢s de 980 goles. De hecho, ante las francesas en el partido de revancha disputado en Inglaterra lleg¨® a marcar hasta cinco tantos.

Con el ¨¦xito del equipo en su punto m¨¢s alto, finaliz¨® la Primera Guerra Mundial y comenz¨® a truncarse todo. El f¨²tbol masculino regres¨® cuatro a?os despu¨¦s y el femenino era visto como una amenaza.

Lily Parr, homenajeada en el Museo Nacional del F¨²tbol de Manchester

Lily Parr, homenajeada en el Museo Nacional del F¨²tbol de Manchester / RRSS

Lily Parr, homenajeada en el Museo Nacional del F¨²tbol de Manchester / RRSS

As¨ª fue como la FA decidi¨® vetar el f¨²tbol femenino en 1921, alegando motivos m¨¦dicos al ¡°no ser adecuado para mujeres¡± por la posibilidad de correr riesgos de cara a un futuro embarazo. Con ese argumento, la federaci¨®n impidi¨® a los equipos que los estadios bajo su control pudiesen cederse para partidos de mujeres, una prohibici¨®n que dur¨® hasta 1971 tras la creaci¨®n de la Women¡¯s Football Association.

Pero eso no fren¨® al Dick, Kerr¡¯s Ladies ni a Lily Parr, que comenzaron a disputar partidos en otros estadios m¨¢s modestos, ganando campeonatos e incluso realizando una gira por Estados Unidos y Canad¨¢ en 1922, hasta su desaparici¨®n en 1965 por falta de jugadoras. "La se?orita Lily Parr, en el extremo izquierdo, mostr¨® un juego agresivo al registrar dos goles en siete disparos que tuvo a la red", narraba el Washington Post tras el partido ante un equipo masculino de Washington (4-4). En Canad¨¢, finalmente, no se lleg¨® a jugar por presiones de la FA.

Lily Parr, rematando un bal¨®n de cabeza

Lily Parr, rematando un bal¨®n de cabeza / Dickkerrladies.com

Lily Parr, rematando un bal¨®n de cabeza / Dickkerrladies.com

Muchos a?os despu¨¦s, la FA pidi¨® disculpas por la actitud de la instituci¨®n en el siglo XX y, en 2002, decidi¨® incluir a Lily Parr en el Sal¨®n de la Fama del Museo Nacional del F¨²tbol de Manchester. Posteriormente, en 2019, se construy¨® su estatua como reconocimiento a una gran luchadora que no ces¨® nunca en su empe?o por demostrar que el f¨²tbol femenino era igual de v¨¢lido que el masculino.

Su historia, en un minuto

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Lili ?lvarez

'The Se?orita' rompedora y olvidada

Deportista, escritora, periodista, pol¨ªglota... Lil¨ª ?lvarez es la representaci¨®n de la mujer polifac¨¦tica, adelantada a su tiempo y olvidada por la historia. De padres espa?oles, nacida en Roma y criada en Suiza, tuvo el honor de ser la primera mujer espa?ola en ser convocada para unos Juegos Ol¨ªmpicos, los de invierno de Chamonix 1924, donde finalmente no pudo participar por lesi¨®n. En verano, ella, junto a su compa?era de dobles Rosa Torras, fueron las ¨²nicas dos mujeres convocadas por la delegaci¨®n espa?ola para los Juegos Ol¨ªmpicos de Par¨ªs 1924.

Curiosa desde peque?a, su infancia en Suiza le permiti¨® iniciarse pronto en el mundo del deporte. Aunque destac¨® en tenis, practic¨® durante su carrera muchos otros deportes como equitaci¨®n o automovilismo, pero sobre todo se mostr¨® entusiasmada por los deportes de invierno como el patinaje o el esqu¨ª alpino. Una pasi¨®n que le vali¨® la hist¨®rica convocatoria para los Juegos de Chamonix. Una grave lesi¨®n la apart¨® de la cita y de los deportes de invierno aunque nunca se olvid¨® de ellos. De hecho, en 1940, tras un largo par¨¦ntesis para dedicarse al tenis, se proclam¨® campeona en el Campeonato de Espa?a de Esqu¨ª Alpino.

Rebeli¨®n contra los estereotipos

Un a?o despu¨¦s ser¨ªa apartada por la federaci¨®n por alzar la voz en favor de la participaci¨®n femenina. ?lvarez acus¨® al organismo de 'machismo' por hacer esperar a las mujeres a que los hombres realizaran sus bajadas y la consecuencia de esa rebeli¨®n fue la expulsi¨®n. Aunque fue readmitida m¨¢s tarde, ya no volvi¨® a la competici¨®n.

En automovilismo, con solo 19 a?os, se convirti¨® en el Campeonato de Catalu?a de Automovilismo donde fue la ¨²nica mujer participante y super¨® a sus compa?eros masculinos.

Pero si hubo un deporte en el que consigui¨® proyecci¨®n internacional fue en el tenis. Durante su carrera gan¨® 40 torneos individuales, 19 en dobles y 21 en mixtos; y consigui¨® importantes victorias contras grandes estrellas de su generaci¨®n como Suzanne Lenglen. Apodada como 'The Se?orita' por la prensa brit¨¢nica, alcanz¨® tres finales consecutivas de Wimbledon en 1926, 1927 y 1928 y gan¨® Roland Garros 1929, en dobles femenino con la neerlandesa Kornelia Bouman. 

Lily ?lvarez, con su falda pantal¨®n

Lily ?lvarez, con su falda pantal¨®n / Redes Sociales

Lily ?lvarez, con su falda pantal¨®n / Redes Sociales

Adelantada a su ¨¦poca, no solo destac¨® por su juego, sino tambi¨¦n por su car¨¢cter innovador. Rompi¨® moldes en 1931 cambiando el inc¨®modo atuendo habitual de las tenistas para competir con una falda pantal¨®n dise?ada por la italiana Elsa Schiaparelli. La aparici¨®n de la espa?ola con esta prenda en el  el North London Tennis Tournament no estuvo exenta de pol¨¦mica pero eso no la apart¨® de su idea y fue as¨ª la primera mujer en implantar el pantal¨®n en la moda ten¨ªstica femenina.

M¨¢s all¨¢ de su carrera deportiva, en 1931se inici¨® tambi¨¦n como correspondal para el 'Daily Mail', escribi¨® tambi¨¦n para la revista espa?ola 'Blanco y Negro' y fue una de las primeras mujeres en escribir cr¨®nicas deportivas. Tambi¨¦n escribi¨® varias obras, la primera de ellas en ingl¨¦s bajo el t¨ªtulo 'Modern lawn tennis' (1927). 

Activista en el feminismo, fund¨® con otras intelectuales de la ¨¦poca el Seminario de Estudios sociol¨®gicos de la Mujer (1960), un espacio de reflexi¨®n y di¨¢logo sobre la situaci¨®n de la mujer con el objetivo de luchar contra los t¨®picos y proponer avances innovadores.

En 1998 recibi¨® la Medalla de Oro al M¨¦rito Deportivo y desde 2019 su nombre y su figura reinan en el Sal¨®n de la Fama de la Federaci¨®n de Tenis de Madrid.

Su historia, en un minuto

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Alfonsina Strada

C¨®mo romper las reglas con un pantal¨®n corto y una bicicleta vieja

Una bicicleta antigua y desvencijada y los campos de la campi?a emiliana forjaron el futuro de Alfonsina Strada, probablemente la ciclista m¨¢s importante del siglo XX. Nacida en el seno de una familia humilde su destino qued¨® sellado cuando su padre apareci¨® en casa con ese veh¨ªculo de dos ruedas. La hab¨ªa conseguido del m¨¦dico del pueblo a cambio de unos pollos y algunas chapuzas y deb¨ªa servir de m¨¦todo de transporte para el d¨ªa a d¨ªa, pero para Alfonsina iba a suponer mucho m¨¢s, el inicio de su leyenda. La ¨²nica mujer en competir en el Giro de Italia masculino.

Como recoge Ander Izagirre en su libro 'C¨®mo ganar el Giro bebiendo sangre de buey', Alfonsina empez¨® a madrugar todos los domingos para coger la bicicleta y participar en carreras. A sus padres les dec¨ªa que iba a misa y la peque?a mentira qued¨® compensada por los premios que consegu¨ªa al ganar a sus competidores: un queso, neum¨¢ticos y hasta un cerdo vivo. Dif¨ªcil de explicar c¨®mo hab¨ªa llegado hasta la humilde casa familiar, el hambre y la necesidad aplazaron las preguntas.

La afici¨®n se convirti¨® en algo m¨¢s y Alfonsina renunci¨® a la vida que su familia hab¨ªa pensado para ella. De estudiar costura en un taller de Bolonia a viajar a Tur¨ªn, una ciudad m¨¢s grande y cosmopolita, para rodar por los vel¨®dromos de la ciudad. All¨ª conocer¨ªa a Carlo Messori, una persona importante en su historia, que la recomend¨® para participar en una competici¨®n en San Petersburgo. Alfonsina volvi¨® del viaje con una medalla entregada directamente de la mano de los zares.

En busca de seguir su sue?o decidi¨® viajar a Milan donde conoci¨® a Luigi Strada, due?o de un taller de bicicletas. Poco despu¨¦s la joven Alfonsina se casaba con Luigi y pasaba de ser Alfonsina Morini a Alfonsina Strada. El regalo de bodas de su esposo fue una bicicleta de carreras y empez¨® entonces una ruta por los vel¨®doromos de toda europa donde realizaba espect¨¢culos que parec¨ªan sacados del circo. Su oportunidad en una carrera de nivel lleg¨® en 1917, cuando la Primera Guerra Mundial asolaba Europa y las inscripciones en Il Giro de Lombardia hab¨ªan descendido dr¨¢sticamente por los estragos del conflicto. Ese a?o 54 ciclistas tomaron la salida, entre ellos la joven Alfonsina, la ¨²nica mujer en liza. Fue una de los 32 participantes que consiguieron acabar esa edici¨®n, cruzando la meta en el ¨²ltimo grupo, junto a otros siete ciclistas. Repiti¨® experiencia al a?o seguiente, en una edici¨®n con tan solo 36 ciclistas, cruzando la meta en el puesto 21 de los 22 que consiguieron acabar, a 23 minutos del campe¨®n, Gaetano Belloni.

Alfonsin Strada en el Giro

En 1924 el Giro de Italia y su patrocinador, 'La Gazzetta dello Sport' pasaban por un mal momento econ¨®mico y despu¨¦s de que algunos equipo decidieran no participar, abrieron inscripciones individuales. En esa lista, con el n¨²mero 72, estaba Alfonsin Strada, el nombre con el que esta aguerrida ciclista particip¨® en la carrera m¨¢s importante del pa¨ªs. La enfermedad de su marido Luigi requer¨ªa recursos y el Giro pod¨ªa ser un buen m¨¦todo. Algunas versiones sugieren que la inscripci¨®n fue parte de una estrategia de la organizaci¨®n para conseguir notoriedad mientras que otras aseguran que el Giro no supo de su participaci¨®n hasta un d¨ªa antes de la salida. Izagirre recoge en su libro que la propia Alfonsina convenci¨® al director pese a las dudas de otros directivos y de los propios ciclistas.

Portada de 1927

Portada de 1924 / Gazzetta dello Sport

Portada de 1924 / Gazzetta dello Sport

La carrera empez¨® bien para Alfonsina que se convirti¨® en una de las grandes atracciones de la ronda italiana. Con su pelo corto y su forma de vestir, igual que los hombres, con pantalones por las rodillas, alejada de las convenciones sociales de la ¨¦poca, cautiv¨®, para bien o para mal, toda la atenci¨®n. Plante¨® tambi¨¦n algunos problemas log¨ªsticos pero a Alfonsina no le import¨® esperar a que todos acabaran para utilizar las duchas, o que cada d¨ªa un masajista diferente se encargara de su cuidado, por aquello del qu¨¦ dir¨¢n. Tampoco tener que cenar a medianoche, cuando el resto dorm¨ªa ya.

Pese a la dureza del recorrido y la situaci¨®n, Alfonsina consegu¨ªa llegar siempre dentro del tiempo, aunque fuera agotada, llena de rasgu?os y del polvo del camino, hasta la octava etapa (de 12), entre L¡¯Aquila y Perugia. En medio de un aguacero y un terreno complicado sufri¨® varias ca¨ªdas que retrasaron su progresi¨®n. Cruz¨® la meta con un palo de escoba como manillar que le hab¨ªan prestado unos campesinos, totalmente abatida y tuvo que ser ayudada para bajar de la bici. Los presentes le ofrecieron una silla y un vaso de agua para que pudiera sobreponerse del enorme esuferzo. Poco despu¨¦s la organizaci¨®n le comunic¨® que estaba descalificada al llegar fuera de tiempo. "Me divert¨ª mucho. Si pudiera, volver¨ªa a hacer todo lo que he hecho. ?Y has visto que hasta una mujer puede montar en bicicleta?", le dijo al por entonces director del diario italiano, Emilio Colombo, encargado de darle la noticia.

Tes¨®n y reconocimiento

Existen diferentes versiones de lo que ocurri¨® entonces. Algunos apuntan que un patrocinador se interes¨® por la historia y le ofreci¨® continuar, aunque sin contar ya para la clasificaci¨®n y sin derecho a las dietas. La p¨¢gina web oficial del Giro asegura que fue el propio Colombo el que pag¨® de su bolsillo el resto de la ronda italiana de la deportista. Adem¨¢s, seg¨²n explica Izagirre, le dio un sobre con 500 liras, una peque?a fortuna para la ¨¦poca, que los aficionados hab¨ªan donado para ella. En la ¨¦poca era habitual que los seguidores hicieran regalos a sus ¨ªdolos y Alfonsina lo acept¨® y envi¨® una parte al hospital psiqui¨¢trico donde estaba ingresado su marido Luigi.

Tom¨® la salida al d¨ªa siguiente para una etapa que finalizaba en Bolonia, su ciudad, donde fue recibida por sus vecinos, pese a llegar con m¨¢s de tres horas de diferencia con el ganador, con vitores y fue tratada como una aut¨¦ntica estrella. Tres etapas despu¨¦s, cruz¨® la meta en Milan pen¨²ltima, siendo aclamada por los aficionados. Hab¨ªa conseguido completar los 3.613 kil¨®metros del recorrido y ser una de los 33 supervivientes de los 90 que tomaron la salida. Atr¨¢s quedaban los insultos, los ninguneos de sus compa?eros cuando la adelantaban, los desplantes de algunos medios que hab¨ªan cuestionado su participaci¨®n. Todos acabaron reconocieron su gesta.

Al a?o siguiente, con la dictadura de Benito Mussolini dando sus primeros pasos, Alfonsina estaba dispuesta a volver a competir pero el Giro de Italia evit¨® su presencia. Hab¨ªa prohibido de forma oficial la participaci¨®n de las mujeres, una normativa que se ha mantenido hasta la actualidad. En 1988 se inaugur¨® el Giro femenino.

Su historia, en un minuto

Su historia, en un minuto

Billie Jean King

La feminista campeona de la 'Guerra de los sexos'

El 20 de septiembre de 1973 el Ast¨®dromo de Houston fue escenario de uno de los grandes momentos de la historia del deporte. Se libraba la llamada 'La batalla de los sexos' con Billie Jean King a un lado de la pista y Bobby Riggs al otro. La n¨²mero 1 del momento y el que fuera campe¨®n de Wimblendon muchos a?os atr¨¢s, en 1939. Era la segunda vez que el extenista retaba a una mujer con el af¨¢n de demostrar la superioridad masculina. A la primera se impuso a Margaret Court pero en el siguiente duelo Billie Jean King le call¨® todos los argumentos con una antol¨®gica victoria.

¡°Creo que si pierdo ese partido, ser¨¢ como retroceder 50 a?os¡±,  dijo la por entonces joven tenista, feminista convencida y con la responsabilidad de defender a todo un g¨¦nero en su raqueta. 30.472 personas y 90 millones de telespectadores estaban pendientes del evento, no pod¨ªa fallar y no lo hizo. Los 100.000 d¨®lares en juego para el ganador quedaban en segundo o incluso tercer grado en comparaci¨®n con la posibilidad de demostrar que las mujeres eran igual de v¨¢lidas que los hombres para jugar al tenis, para el deporte, para cualquier cosa. Riggs, por su parte, quer¨ªa ganar "por todos los hombres del mundo que sienten que el hombre es el rey".

Billie Jean King entrando a la pista

Billie Jean King entrando a la pista / Redes sociales

Billie Jean King entrando a la pista / Redes sociales

El espect¨¢culo estaba asegurado con un show al m¨¢s puro estilo americano con Billie entrando a la pista al m¨¢s puro estilo Clepoatra, subido en una litera llevada por cuatro hombres y Bobby en un carruaje acompa?ado por varias modelos. Hubo intercambio de regalos: una piruleta para ella, un cerdo para ¨¦l, y entonces todo se puso serio para empezar el espect¨¢culo de verdad, el partido. No hubo mucha historia. Billie se impuso por un claro 6-4, 6-3 y 6-3 y Bobbie tuvo que reconocer que la hab¨ªa subestimado.

Batalla por la igualdad

M¨¢s all¨¢ de la an¨¦cdota de la victoria este partido ten¨ªa su propia intrahistoria, que hab¨ªa empezado unos a?os antes. En 1968, tras ganar el primer torneo abierto de Wimbledon, King gan¨® 750 libras, mientras que Roda Laver, campe¨®n del cuado masculino se embolsaba 2,000 libras. En 1970 se creaba el circuito profesional Virginia Slims como reivindicaci¨®n por la desigualdad en los premios de los torneos entre hombres y mujeres. Detr¨¢s de la idea estaban las '9 de Houston', con Billie a la cabeza y otras ocho tenistas en busca de mejorar la situaci¨®n femenina en el mundo del tenis.

Billie Jean King manten¨ªa adem¨¢s una tensa disputa dial¨¦ctica con Riggs y ante la negativa para enfrentarse en pista el 13 de mayo consigui¨® que Margaret Court accediera a disputar un partido de exhibici¨®n. Lejos de su mejor forma, con 31 a?os, el duelo tuvo poca historia y la australiana perdi¨® por 6-2 y 6-1.

Crecido por esta primera victoria, Riggs insisti¨® en retar a King, lanzando p¨²blicamente afirmaciones como ¡°las tenistas no tienen estabilidad emocional para ser deportistas y deber¨ªan restringir su actividad a la cama y a la cocina¡±. Dispuesta a dar por zanjada la pol¨¦mica la californiana, con 29 a?os, acept¨® el reto y el resto es ya historia del tenis y de la sociedad en general, tanto que incluso lleg¨® a llevarse al cine, con Emma Stone y Steve Carell como protagonistas.

En el momento de enfrentarse a Riggs, Billie Jean King no solo era la n¨²mero uno del ranking mundial, sino que ya hab¨ªa conquistado diez Grand Slams: cinco Wimbledon, tres US Open, un open de Australia y un Roland Garros. Posteriormente sumar¨ªa dos t¨ªtulos m¨¢s, otro US Open y un ¨²ltimo Wimbledon, en 1975, el ¨²ltimo grande de su carrera profesional.

En total, jug¨® 18 finales de Grand Slam, en las que enfrent¨® a 9 rivales diferentes: Maria Bueno, Haydon Jones, Court, Dalton, Casals, Goolagong, Reid, Evert y Wade. Adem¨¢s de los 12 t¨ªtulos individuales, sum¨® 16 de dobles y 11 de dobles mixtos.

En junio de 1973 hab¨ªa fundado tambi¨¦n la Asociaci¨®n de tenis femenina, la WTA que rige actualmente el tenis femenino mundial, lo que es la ATP al tenis masculino. Actualmente, el torneo de selecciones femenino equivalente a la Copa Davis lleva su nombre. La antigua Copa Federaci¨®n pas¨® a denominarse Billie Jean King Cup en 2020.

Billie Jean King Cup Finals

Billie Jean King Cup, en la competici¨®n que lleva su nombre / EFE

Billie Jean King Cup, en la competici¨®n que lleva su nombre / EFE

Matrimonio y homosexualidad

Billie Jean Moffitt naci¨® en Long Beach, California, en una familia conservadora metodista y tras iniciarse en el b¨¦isbol y el softbol su entorno le aconsej¨® buscar un deporte m¨¢s femenino. As¨ª naci¨® su inter¨¦s por el tenis y con 13 o 14 a?os ya sab¨ªa que ser¨ªa "la mejor tenista del mundo".

Mientras estudiaba, conoci¨® a Larry King con quien se casar¨ªa con tan solo 20 a?os. Ella misma reconocer¨ªa despu¨¦s que fue ¨¦l quien la anim¨® a seguir en el tenis y la inici¨® en el femenismo, un movimiento del que acab¨® haciendo bandera. Pocos a?os despu¨¦s iniciar¨ªa una relaci¨®n con su secretaria Marilyn Barnett, que acabar¨ªa de forma tumultuosa, con una denuncia que obligar¨ªa a Jean a reconocer p¨²blicamente su homosexualidad, siendo as¨ª la primera deportista en hacer p¨²blica su condici¨®n de lesbiana.

Pese a las circunstancias mantuvo su matrimonio con Larry hasta 1987, cuando se enamor¨® de su compa?era de dobles, la sudafricana Ilana Kloss con la que empez¨® una relaci¨®n. En 2018 la pareja hizo oficial su situaci¨®n y se cas¨® en una ceremonia privada oficiada por David Dinkins, entonces Alcalde de Nueva York.

La pareja cuenta con un importante imperio empresarial con inversiones en diferentes equipos como los Dodgers de Los ?ngeles, el equipo de la WNBA LA Sparks, el Angel City FC de la Liga Nacional de F¨²tbol Femenino de Estados Unidos, entre otros negocios.

Lusia Harris

La decisi¨®n que dej¨® a la NBA sin presencia femenina

En 1976, cuando ni siquiera exist¨ªa la actual WNBA (fundada en 1996), Lusia Harris hac¨ªa historia convirti¨¦ndose en la primera (y ¨²nica) mujer elegida en un Draft de la NBA. Con 22 y todo un futuro por delante, declin¨® la elecci¨®n de los New Orleans Jazz. Lusia estaba embarazada y adem¨¢s no se sent¨ªa preparada para competir contra hombres. Se pon¨ªa as¨ª el punto final a lo que pudo ser y no fue, pero que qued¨® de todas formas en los libros de historia del deporte femenino.

Lusia naci¨® en 1955, el mismo a?o en el que Rosa Parks iniciaba una revoluci¨®n al negarse en la parte de atr¨¢s de un autob¨²s reservada a las personas de raza negra. Criada en el seno de una familia humilde dedicada a la recolecci¨®n de algod¨®n en un peque?o pueblo de Mississippi, la historia de este talento afroamericano podr¨ªa haber sido muy distinta. Pero en una casa en la que once de los siete hermanos jugaban al baloncesto, interesarse por este deporte era casi una obligaci¨®n. Adem¨¢s, eran unas de las pocas familias con televisi¨®n y seguir a estrellas como Kareem Abdul-Jabbar solo hizo crecer su pasi¨®n por este deporte.

Ya en la secundaria comenz¨® a jugar de forma oficial y fue la jugadar m¨¢s valiosa durante tres a?os consecutivos, adem¨¢s de formar parte del All-Star de su estado.

Historia ol¨ªmpica

Despu¨¦s de graduarse continu¨® con su trayectoria como jugadora de baloncesto y form¨® parte del equipo femenino del Delta State University mientras cursaba sus estudios. En 1975 era seleccionada para formar parte de la selecci¨®n estadounidense femenina de baloncesto con la que particip¨® en el Mundial y los Juegos Panam¨¦ricanos. Al a?o siguiente particip¨® en los Juegos Ol¨ªmpicos de Montreal 1976, los primeros en los que se inclu¨ªa el baloncesto femenino y en los que obtuvo el honor de ser la primera mujer en anotar unos puntos en una cita ol¨ªmpica.

El combinado estadounidense de los Juegos

El combinado estadounidense de los Juegos / USA Basketball

El combinado estadounidense de los Juegos / USA Basketball

En un formato de todos contra todos y cinco selecciones en liza, la aportaci¨®n de Harris fue clave para llevar a Estados Unidos hasta la medalla de plata con una media de 15,2 puntos y 7,0 rebotes por partido. El oro fue para la Uni¨®n Sovi¨¦tica.

Su historia, en un minuto

Su historia, en un minuto

Oportunidad en el draft

Despu¨¦s de la cita ol¨ªmpica y en el mejor momento deportivo de su carrera, el New Orleans Jazz hizo con el m¨ªtico Pete Maravich al frente, hizo su apuesta y seleccion¨® a Harris en la s¨¦ptima ronda, por delante de nombres como Jack Sikma, Norm Nixon y Rickey Green. La oferta no lleg¨® a formalizarse. Lusia quer¨ªa formar una familia y adem¨¢s, las diferencias f¨ªsicas con sus compa?eros y rivales llevaron a la estadounidense a declinar la oferta que pod¨ªa haber cambiado para siempre la competici¨®n.

Ese mismo a?o, con solo 22 primaveras, decid¨ªa poner fin a su carrera profesional. La WNBA a¨²n no se hab¨ªa creado y las jugadoras estadounidenses no ten¨ªan liga donde jugar de forma profesional, as¨ª que la decisi¨®n estaba tomada.

¡°Quer¨ªa seguir jugando, pero no ten¨ªa d¨®nde. En mi ¨¦poca, no pod¨ªa jugar en la WNBA porque no exist¨ªa. Mi novio de instituto, George, me pidi¨® matrimonio y acept¨¦. Luego, son¨® el tel¨¦fono y alguien de los New Orleans Jazz pregunt¨® por m¨ª. ¡®Queremos que vengas y hagas una prueba con el equipo¡¯, me dijeron¡±, relata en el documental sobre su vida Queen of Basketball.

En la cinta apunta adem¨¢s a otro elemento, una enfermedad mental. Algo que en esa ¨¦poca no se trataba de puertas para afuera y que actualmente deportistas como Simone Biles o Ricky Rubio han ayudado a normalizar.

¡°Hay varias formas de enfermedad mental. La m¨ªa es el trastorno bipolar¡­ Ya hab¨ªa decidido formar una familia, cre¨ª que era un truco de publicidad y sent¨ª que no estaba suficientemente preparada. Competir contra mujeres, s¨ª. Pero competir contra hombres es otra historia. Dije que no. Le dije que no a la NBA¡±, explica en el documental. Era momento de pasar p¨¢gina, aunque el mundo del baloncesto siempre se acordar¨ªa de ella.

Entre tanto, Lusia se hab¨ªa graduado en la universidad con una licenciatura en salud, educaci¨®n f¨ªsica y recreaci¨®n y se mantuvo ligada al baloncesto y al deporte en general, mientras criaba a sus hijos.

En 1992, su legado fue reconocido y volvi¨® a hacer historia convirti¨¦ndose en la primera mujer negra en ingresar al Sal¨®n de la Fama del Baloncesto. En 1999 su figura quedaba tambi¨¦n presente para siempre en el Sal¨®n de la Fama de la WNBA.

El hito de Lusia Harris, varias d¨¦cadas despu¨¦s no ha sido replicado. En 1976 Denise Long, fue seleccionada en el Draft, aunque su elecci¨®n fue anulada por los agentes de la liga y Anne Meyers lleg¨® a entrenar con Indiana Pacers en 1979, aunque nunca fue drafteada.

La historia de Harris fue llevada a la pantalla con el documental 'The Queen of Baskeball' producido por dos estrellas de la NBA como Stephen Curry y Shaquille O¡¯Neal. La obra consigui¨® el galard¨®n al 'mejor documental corto' en los Premios Oscar de 2022. Ella no pudo ver ya ese nuevo ¨¦xito, falleci¨® el 18 de enero de 2022, apenas unas semanas antes de la ceremonia.

Ana Carrasco

Una campeona entre hombres 'pilotando como una chica'

La temporada 2024 supuso un hito para el mundo del motociclismo femenino con la puesta en marcha de un Mundial solo para mujeres. Nac¨ªa as¨ª el WorldWCR, con 25 pilotos en liza, cinco de ellas espa?olas. La victoria fue para la veterana Ana Carrasco que con su nueva corona escrib¨ªa otro hito hist¨®rico en el libro de su vida: el de ser la primera mujer en ganar el Mundial femenino.

"Para m¨ª era importante estar en este primer a?o, sobre todo porque creo que ha sido un gran paso para la mujer dentro del motociclismo. Creo que todas las que hemos tenido la suerte de poder estar en otros campeonatos, que tenemos m¨¢s trayectoria, est¨¢bamos en la obligaci¨®n de estar en este primer a?o aqu¨ª porque necesit¨¢bamos que el campeonato fuera un ¨¦xito", explicaba en una entrevista a SPORT despu¨¦s de proclamarse campeona. La victoria lleg¨® tras una lucha cerrarda con otra espa?ola, Mar¨ªa Herrera, durante toda la temporada. Ambas llegaban con experiencia previa en campeonatos mixtos y eso supuso un extra a la hora de gestionar todo aquello que conlleva consigo un campeonato de m¨¢ximo nivel, m¨¢s all¨¢ de las carreras, como la relaci¨®n con los medios o los patrocinadores. 

La murciana se embarcaba en esta nueva aventura con la intenci¨®n de aportar visibilidad a las mujeres en su deporte y con la obligaci¨®n de servir de referente para todas aquellas que lleguen detr¨¢s. Este a?o, con su parte del trabajo hecho y el Mundial femenino bien encarrilado, regresa al campeonato mixto y participar¨¢ en el WorldSSP con Honda. Lo har¨¢ en categor¨ªa Challenger, disputando solo los Grandes Premios europeos y como ¨²nica mujer de la parrilla, una vez m¨¢s.

Predecesoras

Esta ha sido una constante para la murciana durante su carrera, siendo a menudo la ¨²nica piloto femenina en los campeonatos en los que compet¨ªa. Y es que el mundo del motociclismo a lo largo de la historia ha sido terreno reservado para los hombres, con solo unas pocas mujeres participando. Beryl Swain fue la primera en competir en el Mundial abriendo la veda para las mujeres. Fue en 1962, en 50c.c. y su gran hito fue terminar la carrera, pese a los problemas mec¨¢nicos.

Beryl Swain, en una imagen de archivo

Beryl Swain, en una imagen de archivo / Redes Sociales

Beryl Swain, en una imagen de archivo / Redes Sociales

Despu¨¦s llegaron Gina Bovaird, Inge Arends, Petra Gschwander, Taru Rinne, Undine Kummer, Linda Walsh, Tomoki Igata, Daniela Tognoli, Katja Poensgen, Cath Thompson, Marketa Janakova, Candice Scott, Nikolett Kovacs, Andrea Tuskova, Ornella Ongaro, Elena Rosell, Avalon Biddle, Ana Carrasco, Mar¨ªa Herrera, Nina Prinz y Shizuka Okazaki. Una lista que puede parecer larga pero que vista con la perspectiva de un campeonato que se estren¨® en 1949 no lo es tanto. Y menos si se tiene en cuenta que en algunos casos su participaci¨®n se redujo a alguna carerra solitaria por invitaci¨®n de la organizaci¨®n.

De cualquier manera todas ellas contribuyeron a dejar la huella femenina en el motociclismo, abriendo el camino para las generaciones posteriores, hasta las Ana Carrasco de la historia.

"Ride like a girl"

Nacida en Ceheg¨ªn (Murcia) en 1997, Ana se subi¨® por primera vez a una moto a los 3 a?os y desde entonces su vida ha transcurrido entre gasolina, neum¨¢ticos y carreras, persiguiendo su sue?o de ser piloto. En 2011 ya pilot¨® en minimotos As¨ª naci¨® el lema que le acompa?a en su carrera, 'Ride Like a Girl'. "Adoptar ese lema era una forma de hacer ver a la gente que, encima de una moto, los hombres y las mujeres podemos hacer exactamente lo mismo. Quer¨ªamos hacer ver que las mujeres podemos hacer cualquier cosa, siempre y cuando nos den las oportunidades", explicaba a SPORT.

Ella lo ha conseguido, haci¨¦ndose un hueco en un mundo de hombre. En 2013, debut¨® en el Campeonato del Mundo de Motociclismo en la categor¨ªa de Moto3, convirti¨¦ndose en la mujer m¨¢s joven en competir en esta prueba. Lo hizo al abrigo del Calvo Team, luciendo el dorsal 22 que en su d¨ªa hab¨ªa lucido su jefe de equipo, Pablo Nieto, uno de los hijos del m¨ªtico ?ngel Nieto.

Cuatro a?os despu¨¦s, en la temporada 2017, fue la primera mujer en conseguir una victoria en un Mundial de velocidad. Entonces ten¨ªa 20 a?os y su mayor ¨¦xito estaba por llegar. El 30 de septiembre de 2018 se convert¨ªa en la primera campeona femenina, llev¨¢ndose el Mundial de Supersport 300, campeonato en el que hab¨ªa recalado tras quedarse sin plaza en Moto3 y un breve paso por el Europeo de Moto2.

Resiliencia y trabajo duro

En septiembre de 2020, Carrasco sufri¨® una complicada lesi¨®n de espalda mientras entrenaba en un test privado en el Circuito de Estoril. Dos v¨¦rtebras fracturadas, muchos tornillos y una larga recuperaci¨®n de nueve meses, fueron el balance aunque tampoco eso la fren¨®. La temporada hab¨ªa empezado con tres podios en siete carreras, de la mejor forma posible, pero terminaba de la peor.

Ana Carrasco, tras su operaci¨®n de espalda

Ana Carrasco, tras su operaci¨®n de espalda / Redes

Ana Carrasco, tras su operaci¨®n de espalda / Redes

En 2021, tras el largo proceso de puesta a punto, volv¨ªa a los circuitos y se reencontraba con la victoria en la primera carrera en la que compet¨ªa. El equipo le hab¨ªa mostrado su confianza manteni¨¦ndola en la estructura y ella devolvi¨® el gesto de la mejor manera. Se impuso en Misano peleando en una categor¨ªa con m¨¢s de 40 pilotos j¨®venes en busca de la gloria. Como casi siempre, era la ¨²nica mujer en pista.

En 2022 volv¨ªa al Mundial pero los resultados le privaron de un manillar y el destino la llev¨® hasta el WorldWCR donde se proclam¨® campeona antes de emprender nuevos retos este 2025.

Su historia, en un minuto

Su historia, en un minuto

Edurne Pasab¨¢n

Una carrera hacia la cumbre con muchos obst¨¢culos

El 17 de mayo de 2010 la alpinista tolosarra Edurne Pasaban coronaba el Shisha Pangma y completaba as¨ª la haza?a de conquistar los 14 ochomiles, los 14 colosos extendidos entre las cordilleras asi¨¢ticas del Himalaya y del Karakorum. Era la primera vez en la historia que lo consegu¨ªa una mujer. Hasta ese momento, solo otras 20 personas lo hab¨ªan hecho, todos ellos hombres.

Pasaban alcanz¨® la gloria en tan solo 20 expediciones y 9 a?os, desde su primera ascensi¨®n al Everest (23 de mayo de 2001) hasta la ¨²ltima del Shisha Pangma (17 de mayo de 2010) pero su relaci¨®n con la escalada hab¨ªa comenzado mucho tiempo antes.

Hija del Pa¨ªs Vasco, la relaci¨®n con la naturaleza es casi una forma de vida obligada y tras los paseos por el bosque con su familia, a los 14 a?os se un¨ªa a un club de escalada de su Tolosa natal. A los 16 ya hac¨ªa su primera incursi¨®n en el Montblanc y con 18 afrontaba ya cimas m¨¢s lejanas como el Cotopaxi o el Chimborazo, en Ecuador. De ah¨ª al Everest. Con 24 atacaba por primera vez esa m¨ªtica cima, aunque sin ¨¦xito. Fue entonces cuando comprob¨® la poca presencia femenina en las expediciones. "La primera vez que voy a monta?as de 8.000 metros ten¨ªa 24 a?os, a la cara norte del Everest. En el campo base podr¨ªa haber unas 100 o 120 personas entre gente local, sherpas y expedicionarios que ven¨ªamos de otros pa¨ªses. Era la ¨²nica mujer que hab¨ªa", recordaba en Objetivo igualdad de 'RTVE'.

En 2001 con 28 a?os y siendo casi una desconocida en el sector, anotaba en su libro el primero de los 14 ochomiles, despu¨¦s de una visita fallida al Himalaya cuatro a?os antes.

"No encajaba en lo que la sociedad me ped¨ªa ser"
Edurne Pasab¨¢n

Empezaba as¨ª el reto, sin prisa, sin metas que cumplir m¨¢s all¨¢ que disfrutar del viaje. Un camino que se torn¨® oscuro en 2006 cuando una depresi¨®n llama a su puerta. "No encajaba en lo que la sociedad me ped¨ªa ser", explicaba en una entrevista a 'Relevo'. Una sensaci¨®n que llev¨® a la monta?era a encontrarse con 31 a?os sin un sentido concreto a su vida. Tras tocar fondo, pidi¨® ayuda a su familia y despu¨¦s de un per¨ªodo en un hospital psiqui¨¢trico consigui¨® salir de ese oscuridad que hab¨ªa llenado su vida y volover a su gran pasi¨®n, la monta?a. En 2007, coronaba Broad Peak, su noveno ochomil. Despu¨¦s llegaron Dhaulagiri, Manaslu, Kanchenjunga, Annapurna y Shisha Pangma para ser la primera mujer en completar la gesta.

Invitada inesperada

Un camino largo que no estuvo exento de pol¨¦micas y competitividad. Los medios de comunicaci¨®n convirtieron la gesta en un circo medi¨¢tico con tres implicadas: Pasaban, la austriaca Gerlinde Kaltenbrunner y italiana Nives Meroi. Las tres iban apuntando cimas a su meta levantando expectaci¨®n en su trayectoria cuando se uni¨® una tercera ficha al juego: Eun-sun Oh (Miss Oh). La surcoreana apareci¨® pr¨¢cticamente de la nada y en unos pocos a?os consigui¨® alcanzar a las dem¨¢s. Gerlinde y Nives se retiraban del tablero por diferentes motivos y Miss Oh coronaba antes que Edurne el ¨²ltimo ochomil. Su nombre estaba llamado a entrar en los libros de historia pero su gesta era, cuanto menos, indemostrable. La surcoreana no contaba con pruebas gr¨¢ficas en algunos de sus logros y eso dio el t¨ªtulo de primera mujer en alcanzar los 14 ochomiles a la espa?ola.

Desaf¨ªo 14+1

Un reto al alcance de muy pocos, que requiere destreza, pero tambi¨¦n fortaleza mental y capacidad f¨ªsica para afrontar los desaf¨ªos que la monta?a presenta. No era suficiente para Pasaban que decidi¨® subir la apuesta. Quer¨ªa ser la primera en hoyar los 14 ochomiles sin ox¨ªgeno adicional y para eso deb¨ªa volver al Everest, (8.848m.), la monta?a m¨¢s alta de la Tierra, que ya hab¨ªa coronado unos a?os atr¨¢s. El proyecto se denomin¨® 'Desaf¨ªo 14+1' y acab¨® envuelto en pol¨¦micas y sin poder conseguir el objetivo. Pasaban se enfrent¨® a las acusaciones de otro monta?ista, Juanito Oiarz¨¢bal, que hab¨ªa tenido que ser rescatado por el equipo de la tolosarra durante su expedici¨®n. El alpinista acus¨® a Pasaban de mentirosa, despu¨¦s de que su entorno dejara entrever que el rescate hab¨ªa truncado la expedici¨®n.

Edurne neg¨® que ese contratiempo hubiera sido clave para su no ascensi¨®n afirmando que ya hab¨ªan tomado la decisi¨®n de volver al campo base antes de auxiliar al espa?ol. En una tensa rueda de prensa, la espa?ola lamentaba la imagen de la mujer en la monta?a. "Dicen que siempre montamos follones. Estoy dolida y alucinada, no por las declaraciones sino por todo el da?o que se hace a los que est¨¢n a nuestro alrededor", explicaba, dando por zanjado el asunto.

Las circustancias privaron a la monta?era guipuzcoana de poder alcanzar su reto pero en 2011 otra aguerrida monta?era tomaba el testigo. Kaltenbrunne se convert¨ªa en la primera mujer en ascender los 14 sin ox¨ªgeno adicional.

Un tiempo despu¨¦s Edurne Pasaban, anunciaba su deseo de ser madre y se apartaba de las cordilleras, al menos por un tiempo. Con 43 a?os ten¨ªa a su hijo Max, al que le habla de sus expediciones y de su pasado como alpinista de ¨¦lite.

En la actualidad, la tolosarra se dedica a dar conferencias motivacionales y a formar equipos, mientras colabora tambi¨¦n con la empresa familiar, un alojamiento rural. No descarta regresar al Himalaya, aunque sin presiones, con cotas menos altas. Por el puro placer de reencontrarse con la monta?a y escribir un nuevo cap¨ªtulo de su historia.

Su historia, en un minuto

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