Restinga
As¨ª es el barrio pobre y violento que forj¨® el car¨¢cter de Raphinha

Restinga
As¨ª es el barrio pobre y violento que forj¨® el car¨¢cter de Raphinha

"Siempre llevo el nombre de Restinga a donde voy, porque es donde nac¨ª y crec¨ª, donde tengo a mis amigos, a mi familia... Me enorgullece mucho decir que soy un hijo de all¨ª"
Raphinha


Raphinha no se olvida de sus or¨ªgenes como hacen habitualmente compatriotas suyos, que cuando les llega la fama, el dinero, el despilfarro, el lujo y la ostentaci¨®n dan la espalda al lugar de donde salieron.
El blaugrana atribuye su ¨¦xito, su rebeld¨ªa, su lucha incansable contra todos los elementos, al car¨¢cter que cultiv¨® en su barrio natal, una regi¨®n pobre, en el extremo sur de la ciudad de Porto Alegre, donde vivi¨® hasta los 16 a?os, cuando alz¨® el vuelo fuera de su estado natal, R¨ªo Grande do Sul, para intentar pavimentar su carrera como futbolista profesional.
Raphinha explic¨® en 'The Players Tribune' sus or¨ªgenes en Restinga
Situado a 20 km del centro de la capital ga¨²cha, Restinga naci¨® en los a?os 60 del siglo pasado.
Como ocurre con todos los barrios marginados de las grandes urbes brasile?as, lo hizo sin ninguna planificaci¨®n, ni inversi¨®n ni intervenci¨®n de la administraci¨®n p¨²blica. Una regi¨®n olvidada para olvidados de la mano de Dios, del Estado y de una opini¨®n p¨²blica nada interesada en lo que le ocurre a la poblaci¨®n pobre.
Con el tiempo, aparecieron los problemas sociales que asolan a todas las favelas, comunidades y regiones paup¨¦rrimas: asesinatos, violencia policial descontrolada, narcotr¨¢fico, desempleo, precarizaci¨®n¡ No son estereotipos de una pel¨ªcula o una serie de Netflix. Es la dura, amarga y trist¨ªsima realidad.
Samba y pobreza


Hoy Restinga cuenta con unos 60.000 habitantes y es uno de los barrios de Porto Alegre con m¨¢s poblaci¨®n negra. Las administraciones p¨²blicas, por fin, pusieron sus manos: dispone de escuelas, un campus de una universidad p¨²blica federal, un hospital¡ y un parque industrial que ayud¨® a crear empleos. La inversi¨®n, sin embargo, siempre ser¨¢ menor que la de los barrios pudientes.
Restinga tambi¨¦n es tierra de samba, otra, por cierto, de las pasiones del ahora futbolista del Bar?a. Su escuela, Maior da Restinga, es motivo de orgullo para todo el vecindario. Desde la fundaci¨®n de la agremiaci¨®n en 1977, ha conquistado diez t¨ªtulos del Grupo Especial en los desfiles del Carnaval portoalegrense, el ¨²ltimo de los cuales fue en 2023, m¨¢s otros dos en la divisi¨®n de Plata. El tejido asociativo y la sociedad civil han sido y siguen siendo herramientas muy eficaces ante la exclusi¨®n.
La fuerza de la comunidad siempre ha estado en su gente. Quien marc¨® el camino para los futbolistas fue Tinga, hoy retirado con 48 a?os, que lleg¨® a ser internacional absoluto, jug¨® en el Gremio y el Internacional (los dos grandes de Porto Alegre), y, en Europa, en el Sporting de Portugal y el Borussia Dortmund, entre otros. Raphinha es, simb¨®licamente, su heredero.
¡°Quien nace en un barrio como este, es muy dif¨ªcil que se mantenga centrado, es muy complicado no desviarse del camino"
La resiliencia, que es la mejor cualidad de Raphinha, la cultiv¨® en Restinga conviviendo en un ambiente social muy desgarrador: ¡°Quien nace en un barrio como este, es muy dif¨ªcil que se mantenga centrado, es muy complicado no desviarse del camino. Te prometen una forma m¨¢s f¨¢cil de ganar dinero¡ y la gente se pierde, lo vi porque algunos de los que estaban a mi lado acabaron perdi¨¦ndose. Amigos terminaron en el narcotr¨¢fico y el mundo de la delincuencia¡ y algunos de ellos eran mucho mejores futbolistas que yo¡±, explica.
Unos buenos cimientos familiares lo ayudaron a no caer en tentaciones que llevan hacia el lado m¨¢s oscuro. Y otro factor clave fue su pasi¨®n. Su infancia fue el bal¨®n. ¡°Yo sab¨ªa lo que quer¨ªa desde que era muy peque?o: ser jugador de f¨²tbol. Conseguir ese objetivo saliendo de una comunidad pobre implica un sacrificio muy grande¡ pero mi ambici¨®n a¨²n era mayor¡±, afirma.
"Amigos terminaron en el narcotr¨¢fico y el mundo de la delincuencia¡ y algunos de ellos eran mucho mejores futbolistas que yo"
Raphinha
V¨¢rzea



La infancia de Raphinha transcurri¨® en los campos de su barrio, en la ¡®v¨¢rzea¡¯, que es como se llama en Brasil el f¨²tbol no federado en los torneos que disputan equipos de barrio. Jug¨® por varios de estos clubes, entre ellos el Monte Castelo, donde tuvo la oportunidad de jugar partidos amistosos contra los equipos de base del Gremio y del Internacional.
Raphinha, con el Monte Castelo
Raphinha, con el Monte Castelo
En aquella ¨¦poca, Raphinha sufri¨® una doble exclusi¨®n: su origen pobre (una primera barrera que requiere un esfuerzo tit¨¢nico para derribarla)¡ y su f¨ªsico. Era un ¡°gur¨ª miudo e franzino¡±, o sea, un ni?o peque?o y delgado, por eso nunca tuvo la oportunidad de acceder a la cantera gremista ni colorada, lo que a d¨ªa de hoy es una mancha para los dos clubes y no para uno de los candidatos m¨¢s firmes al Bal¨®n de Oro 2025.
Fue una de las v¨ªctimas de una de las epidemias que asola al f¨²tbol brasile?o: dejar de lado el talento para privilegiar futbolistas fuertes que se adecuan al perfil exportador de lo que demanda el mercado europeo.
"Quienes siempre estuvieron a mi lado desde el comienzo saben todo lo que tuve que pasar"
Por eso, el gur¨ª restingueiro coleccion¨® ¡°no¡, no sirves¡, no vales¡, no, gracias¡ mejor que lo dejes estar¡±¡ Raphinha no se arrug¨® y aplic¨®, quiz¨¢s, el dribling m¨¢s importante de su vida. "Cuando miro hacia atr¨¢s y veo todo lo que pas¨¦ y todo lo que tuve que escuchar para llegar hasta aqu¨ª, me doy cuenta de cu¨¢nto vali¨® la pena soportar tantas tonter¨ªas de la gente, porque solo me motivaron a querer llegar m¨¢s lejos y demostrar que s¨ª pod¨ªa, que era capaz. Quienes siempre estuvieron a mi lado desde el comienzo saben todo lo que tuve que pasar¡±, expone.
El consejo que da el astro barcelonista a los ni?os excluidos que sue?an, en Porto Alegre y en cualquier otro rinc¨®n del gigante sudamericano, con ser futbolistas como ¨¦l, lo saca de su propia biograf¨ªa y no de un manual de automotivaci¨®n: ¡°Quiero decirles que nunca renuncien a sus sue?os, sin importar la situaci¨®n, porque la ¨²nica persona que puede hacerlos realidad son ellos mismos, nadie m¨¢s. Les dir¨¢n que no son buenos, que no sirven para esto, que deber¨ªan tomar otro camino e incluso que deber¨ªan rendirse. Pero eso debe hacerlos m¨¢s fuertes para luchar y alcanzar sus sue?os. As¨ª que nunca se rindan y vayan tras lo que les pertenece¡±, remarca.
"Quiero decirles que nunca renuncien a sus sue?os, sin importar la situaci¨®n, porque la ¨²nica persona que puede hacerlos realidad son ellos mismos"
El primer paso importante que dio Raphinha fue dejar la ¡®v¨¢rzea¡¯ y su barrio para ir a entrenar con el Porto Alegre FC, el club que fund¨® el hermano de Ronaldinho Ga¨²cho, Roberto de Assis, un proyecto ef¨ªmero que ya ha cerrado sus puertas.
Para un ¡®gur¨ª¡¯ pobre, representaba una batalla diaria cruzar la capital gaucha para poder participar en los entrenamientos. ¡°Sal¨ªa de casa al mediod¨ªa y no volv¨ªa hasta las ocho de la noche. Nunca falt¨® un plato de comida en mi casa, pero, en aquella ¨¦poca, no fueron pocos los d¨ªas en los que ped¨ª a alg¨²n desconocido que me comprara un bocadillo o algo para comer. No ten¨ªa casi dinero para pagar el autob¨²s, pues imag¨ªnate para comer¡±, apunta.
¡°Algunas veces, volviendo del entrenamiento, paraba a la gente por la calle o en la parada del autob¨²s y les ped¨ªa que me compraran algo. Muchos me ayudaron, pero tambi¨¦n me insultaron, me dijeron de todo¡±, recuerda. ¡°Ten¨ªa 12 o 14 a?os, y era la ¨²nica forma de poder comer algo antes de regresar a casa¡±, apunta.
"Paraba a la gente por la calle o en la parada del autob¨²s y les ped¨ªa que me compraran algo de comer"
Siempre fue un guerrero, se lo tuvo que ganar todo a pulso porque nadie nunca le regal¨® nada. Le rompieron el sue?o de poder jugar en uno de los dos hist¨®ricos de su ciudad, pero nunca las ganas de escribir su propia historia con el bal¨®n.
Su resiliencia es una marca personal, una virtud y un recuerdo permanente de sus or¨ªgenes y del barrio de Restinga. Hoy, muchos ni?os ah¨ª sue?an con seguir sus pasos.